La
psicoterapia gestalt es una terapia perteneciente a la psicología humanista,
que se caracteriza por no estar hecha exclusivamente para tratar enfermedades sino, también, para desarrollar el potencial humano.
Se enfoca más en los procesos que en
los contenidos. Pone énfasis sobre lo que está sucediendo, lo que se está
pensado y sintiendo en el momento, más que en el pasado. En este sentido, se habla del aquí y ahora. Vale la pena aclarar que no se pretende dejar
de lado la historia de la persona, sino que esta historia se mira desde el
presente, cómo se vive desde su presente, como lo afecta hoy en su realidad
actual. La persona es quien es, entre otros, por lo que ha vivido; lo mismo la
empresa.
Por esto se les presta atención a las
percepciones, a los impactos emocionales, a la forma como actuamos o
reaccionamos ante diferentes situaciones.
El terapeuta devuelve al paciente justo esto, dejando a un lado los
prejuicios y adoptando la postura de “no saber”, sin dar nada por supuesto. Con
esto se pretende que la persona se haga consciente de cómo impacta y es
impactada por su entorno. Así va dándose
cuenta de su manera de obrar y el efecto que sus actuaciones tienen en su
ser. También aprende a discernir cuáles
de sus respuestas son fijadas en el pasado y cuáles ya hoy no tienen sentido. Puede entonces descubrir nuevas maneras de
actuar que le sean más útiles, aprender a adaptarse y ajustarse a situaciones
inéditas.
La
psicoterapia gestalt busca ayudar a la persona en su problemática, hacerla más
consciente de cómo ha llegado hasta el punto en el que se encuentra y
prepararlo para hacer las cosas de otras maneras. El individuo retoma entonces
la capacidad de elegir qué opción quiere tomar para afrontar la vida, amplía el
campo de posibilidades y deja de reducirla a unas pocas opciones (adicciones,
depresión, ansiedad, etc.). Gracias a esto, la persona puede conocerse mejor y
recobrar la creatividad perdida.
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